exhibiendo a mi esposa en el rio

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exhibiendo a mi esposa en el rio
Hola! les contare la historia de la primera vez que exhibí a mi esposa delante de varios hombres. Ella es muy tímida, si observan nuestras fotos se darán cuenta de como ella pide ocultar su rostro en las fotos. casi que no la convenzo de publicar fotos en la web.
tenia muchas ganas de llevar a mi esposa a un lugar publico donde hubieran varios hombres que pudieran observar el hermoso cuerpo de mi mujer, para esto la convencí que fuéramos al río a bañar y tomarnos algunas fotos. De tantos ruegos ella acepto; entonces le compré un vikini color negro bastante pequeño de cordón a lado y lado de sus caderas, se lo compre de esos que son muy económicos por que su tela es bastante delgada, con la intención de que cuando estuvieran mojados se le marcaran sus pesones en el sostén y sus labios vaginales sobre su tanga.
Nos fuimos a un río bastante retirado para evitar encontrarnos con personas conocidas, ella muy apenada, llevó su falda de malla para que le disimulara un poco la desnudes de sus nalgas, pues el vikini de lo pequeño se recogía entre sus nalgas y de frente se le bajaba exhibiendo su pubis descaradamente y aun sin estar mojado marcaba sus labios apretados.
llegamos al río, el cual estaba lleno, era un día festivo y hacia calor; la convencí de quitarse la malla pues cada cual estaba en lo suyo y no nos prestaban atención; ella se sintió segura y dejando su malla con nuestras pertenencias nos fuimos introduciendo en el río donde las personas estaban, yo intentando distraerla para que se olvidara que estaba muy provocativa le rociaba agua en su cuerpo en son de juego, poco a poco la fui mojando,pues solo se introdujo en el río hasta que el agua le daba por encima de las rodillas diciendo que le daba miedo sumergirse más,pues no sabe nadar.
Ella no se percató que al humedecerse su vikini, éste se le pegó tanto a su piel que parecía dibujado, se podían notar sus pesones y sus carnosos labios se tragaban su vikini dejando marcado cada borde de su camelote; sus nalgas se tragaron todo el vikini. La tomé de la mano y empezamos a caminar en contra de la corriente, mi intención era pasearla por donde un grupo de cuarentones jugaban entre el agua y las piedras. Cuando pasamos por delante de ellos, interrumpieron el juego y sus conversaciones, casi sin disimulo devoraban a mi mujer con sus miradas, ella bastante distraída por que las piedras incomodaban su caminar, en un momento dado se inclina por haber pisado un vacío, dejando descolgar sus senos y pudiendoce observar la aureola de sus pesones, pues el sostén era bastante pequeño, los hombres la miraban con tal morbo que por un momento me sentí apenado y a la vez con un celo que se confundía con morbo, me comporte con gran naturalidad la tomé de la mano, me detuve y esperé que ella se sacara una piedra de sus zapatos, ellos no desperdiciaron el espectáculo que ella sin pensarlo les ofrecía cada que se agachaba para acomodar su zapato y de ultimo se subió su sostén cortando allí el otro espectáculo. seguimos caminando hacia arriba donde un grupo de jóvenes jugaban con una pelota, la cual intencionalmente la lanzaron hacia donde estábamos nosotros, yo casi adivinando la intención de ellos le pedí a mi esposa que la lanzara hacia ellos con la mano; ella tomó la pelota se dobló un poco hacia atrás y la lanzó hacia ellos, sus miradas estaban mas atentas a sus senos que a la pelota,pues estos se sacudieron dejando al descubierto medio pesón, ella inmediatamente algo apenada se subió su sostén y exclamó: ” me compraste esto muy pequeño! acaso te olvidaste de mi talla? ”
ignorando su comentario, la tomé de la mano y le dije : vamos, subámonos a esa piedra la cual estaba al otro extremo del río, obligandola a pasar por en medio de ellos, el agua le daba en su pecho y la roca era bastante grande, no podríamos subir sin ayuda, a lo cual aproveche para pedirle a uno de los jóvenes que desde la roca la observaba que le diera la mano para que ella se subiera, a lo que él sin reparo alguno le extendió su mano sin quitarle la mirada de sus provocativos pechos y listo para darle un jalón, yo me moría de ganas por halar el cordón de su pequeño vikini para dejarla al descubierto de aquellos pelados y fingir que era un accidente,pero no quise apenarla mas de lo que estaba y me quede abajo observando de reojo a los demás chicos que habían detenido el juego para observarla una vez mas cuando saliera del agua. El joven la tomó de la mano sacándola de un halon con la intención de acercarla contra su pecho y logrando que sus senos se estrecharan con su pecho mientras el peso del agua bajaba la parte inferior de su vikini dejando ver la frente rasuradita de su pubis que con el frío del agua parecía piel de gallina mientras los que estábamos en el río observábamos sus nalgas y todo aquello que el peso del agua nos había dejado mirar; me hice el desentendido, dándole vuelta a la piedra para poder subir donde ella estaba con la intención de no intimidarlos a ellos mientras apreciaban su delicioso cuerpo; le pedí a ella que me diera la mano para que se inclinara hacia mi y nos dejara admirar nuevamente sus pesones y mientras ella me daba su mano para jalarme, mientras se inclinaba, le ofrecía una espectacular vista al que le había dado la mano para subirla. ya estábamos los dos en la roca y yo podía ver como estaba de empalmado aquel joven, con toda frescura deje a mi esposa en la roca para ir por la cámara y su malla, ella se percató del bulto de aquel joven, quien se quedó conversando con ella mientras yo traía la cámara.
Cuando regresé ellos continuaron con su juego y de vez en cuando la miraban deseando ver algo mas. nos internamos un poco entre los arboles para tomarle unas cuantas fotos atrevidas, ella estaba nerviosa pues se imaginaba que alguno de esos jóvenes desde el río podría verla, para tranquilizarla permití que se colocara su malla, se sentía tranquila por que de lejos no se notaba que se había retirado su pequeño vikini mientras posaba para mi, pude notar que una pareja se acercaba, pues era un pequeño sendero en el que estábamos, entonces le pedí que se sacara su sostén poco a póco mientras la fotografiaba con el fin de que ella estuviera distraída y no se asustara al ver que alguien se acercaba; cuando ellos ya estaban cerca ella sostenía su sostén con las manos hacia arriba y yo le pedía que abriera sus piernas mientras ella inmóvil se dejaba fotografiar; ellos se detuvieron atrás de ella esperando no interrumpir mientras yo tomaba la foto; mi esposa ni se había percatado que estaban detrás observándola, el hombre era de unos treinta y ocho años y su compañera igual, él observaba silenciosamente su trasero y por medio de la malla alcanzaba a ver los labios vaginales de mi esposa pues son bastante prolongados, con algo de celos la joven toma de la mano a su compañero y con voz acentuada nos dice: disculpen” y mientras pasan por nuestro lado el hombre mira mi mujer de pies a cabeza sin disimular; a lo que mi esposa pone sus manos en sus pechos y solo responde : tranquilos, que pena” y me mira diciendo: vistes!” no debimos estar aquí, hay mucha gente!”
yo solo le dije: no los vi!” menos mal no nos conocen, no te preocupes!” ella un tanto disgustada se volvió a poner su vikini y nos fuimos para donde estaban nuestras ropas.
Después solo fue risas recordar aquel incidente, incidente el cual yo con mucho morbo había planeado, aun recuerdo las miradas de aquellos tipos sobre mi mujer y guardo aquel pequeño vikini para otra ocación.

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