Mis Inicios II

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Mis Inicios II

En casa de mi padrino II

Después de lo sucedido en la brecha con “el tipo”, fuimos hasta otro pueblito cercano, recogimos unas cosas y regresamos.
Una vez en casa de mi padrino, al bajar las cosas, su hijo se lastimo y lo llevaron a que lo sobaran, así que entre mi padrino “el tipo” y yo terminamos de bajar lo demás.
Terminando, mi padrino iría a ver que había con su hijo, así que “el tipo” le dijo que si quería me quedara con el en lo que regresaba, mi padrino me pregunto que si me quería quedar o iba con el; “me quedo” dije yo.
Nos dejo en su casa, era amplia, vivían ahí él y sus papas, pero no había nadie.
Entramos hasta el patio y seguimos hasta su habitación, no dijo nada, solo movió la cabeza indicando la cama, camine hacia ella y me senté, se paro frente a mí, se abrió el pantalón y lo dejo caer, se quedo en ropa interior, mi respiración se agito de nuevo.
La puerta de su habitación había quedado abierta, subí mis manos y le baje las trusas. Su glande ya estaba semi descubierto anunciando el inicio de la excitación, lo mire más despacio, el me dejo observarlo y se quito la camisa, sus trusas ya estaban abajo , así que solo se saco los tenis y quedo completamente desnudo. Era la primer vez que veía a un hombre desnudo, lo mire de arriba hacia abajo, tenía el cuerpo marcado y un poco de panza pero entonces me di cuenta de que se arreglaba los vellos, y eso hacía que su verga luciera muy bien, que se antojara.
“Te vas a quedar viendo o te la vas a tragar?”
Lo mire a los ojos y abrí la boca si dejar de verlo, sentí el sabor de glande. Sentí como se empezaba a poner duro, bajo su mano poniéndola atrás de mi cabeza y empezó a empujar toda su verga en mi boca, yo abría mas dejando que entrara todo lo mas que fuera, sentí que llegaba a mi garganta y me ahogaba un poco, se detuvo ahí mientras mi lengua la sobaba y mis labios presionaban y succionaba su verga. Así la dejo unos instantes, aflojo la presión en mi cabeza y retrocedió sacándola hasta quedar su glande en mis labios. Respiraba profundo disfrutando mi boca en su verga.
“Quítate la ropa”
Me pare de la cama y me quite la ropa completamente.
Me volteo y agarro mis nalgas con sus manos, apretándolas y sobándolas, mi mano busco su verga y la encontró.
“Acomódate en la cama” dijo, “Como en la camioneta?” pregunte, “Si, igual, pero ábrete más”, subí y me puse en cuatro, abrí las piernas, su lengua acaricio la parte baja de mis muslos, recorriendo hasta la unión de mis nalgas, casi donde se unen los testículos con el ano, la sensación era como una descarga eléctrica que me sacudía, subió despacio hasta llegar a la entrada de mi ano, sus manos abrieron mis nalgas dejando que su lengua tocara la entrada de mi ano, un gemido salió de mi garganta, mi respiración se agitaba cada vez que su lengua jugueteaba en la entrada de mi ano, yo temblaba, se detuvo y me dio una nalgada suave pero fuerte, se levanto, se subió a la cama poniéndose hincado frente a mí su verga dura pedía mis labios y mi boca quería sentirla de nuevo, me la dio otra vez en la boca, entraba y salía haciéndome sentir el borde entre su tronco y su cabeza. De pronto se detuvo, la saco, subió su mano frente a mi cara y metió su dedo medio en mi boca.
Se levanto y se puso atrás, sentí su dedo entrando en mi ano, el dolor y el placer se fusionaban, me deje llevar
“Te la voy a meter toda”
No recuerdo s dije algo, solo sé que me recostó completamente en la cama, metió su cara en mi culo y su lengua empezó a abrirse lugar en mi ano, mi cuerpo respondía y sentía pequeñas descargas eléctricas correr.
Se coloco sobre mí, puso se glande en la entrada de mi ano y empujo despacio, un gemido mezcla de dolor y placer escapo de mi, sentí su respiración, de nuevo empujo, otro gemido, se recostó mas sobre mi cuerpo, entonces entro mas, sentí que mi ano se abría y cedía ante él, mi cuerpo se relajo, el retrocedió un poco solamente sin salirse para empujar mas, sentí como entraba de nuevo, “ya entro” dijo, “mmm” empezó a moverse despacio, cada movimiento era más fuerte y profundo que el anterior, sentí como se acomodaba y el dolor dio paso al placer, mi cuerpo lo recibía, cada embestida era acompañada por un gemido de gozo que salía de mi garganta, sentí su mano fuerte sobre mi espalda a la altura de mi cuello, como si me ordenara que no me moviera, sentía su respiración agitada, su cuerpo moverse sobre el mío, extendí mi mano hasta tomar su muslo “Mi putito, sabía que te iba a encantar mi verga” acelero un poco y de pronto se detuvo dejándola toda dentro de mí, mis nalgas se apretaron como si quisieran aprisionarla, se quedo así un instante, metió su mano bajo mi vientre y nos fuimos levantando un poco hasta quedar yo a gatas, me tomo por la cintura y empezó a moverse despacio hacia atrás y hacia a delante, sentía sus huevos tocar mis nalgas mientras se movía dentro de mí, era delicioso. Acelero el ritmo yo sentía muchas cosas, temblaba, sentía la boca seca, cada embestida gemía y cada gemido lo hacía darme más fuerte, su respiración se agito más aun y acelero, “Que rico estas, te voy a llenar el culo de leche” dijo él, “si” dije yo “la quieres adentro verdad?” dijo él, “donde tú quieras” dije yo, no hubo más palabras, mis nalgas sentían su cuerpo chocar y mi culo se abría a cada embestida que me daba, yo no aguantaba más, y mis gemidos eran más fuertes, su entrada también y de repente lo escuche gemir, sentí como se tensaba su cuerpo al chocar con el mío, su embestida disminuyo, su respiración también, mi cuerpo tembló de nuevo, se dejo caer sobre mi “te los eche todos”, sentí como su cuerpo temblaba sobre el mío. Se quito de encima mío, dio la vuelta quedando boca arriba recostado a mi lado en su cama, yo sentía un poco de ardor en mi ano y algo caliente también.
Nos quedamos en silencio no se cuanto tiempo, pero mi mano quedo un su pecho y su mano en mi nalga.
“Ve a darte un baño, ya va a llegar tu padrino”
Me levante y me di un baño rápido. Al salir estaba ahí de pie, desnudo en la puerta abierta de su cuarto, me acerque a él y sonrió “me daré un baño”, entro y salió rápido, yo aun no me vestía, me miro y sonrió “vístete, mañana te la vuelvo a meter”
Nos vestimos y nos fuimos a la sala a esperar a mi padrino

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