La Charla

La Charla
Después de lo que había visto desde el cuartito aquel y de lo que me había pasado en el camión de camino a casa, lógico es que llegue caliente.

Por fortuna las tres calles que me separaban de mi domicilio y el lugar donde me dejaba el camión estaban algo solitarias así que me fue posible darme unos apretones para perder la erección.

En fin, al día siguiente, sábado, debía asistir a una reunión de trabajo, así que a las 10:00 me encontraba ya en el lugar que ocupa subdirección. No fui el primero en llegar ya que sabía que estaban citados más docentes, lo que no sabía es que también lo estaba mi amiga.

Nos encontrábamos todos en la plática sin sentido y trivial cuando la vi llegar. Ese día traía una falda que caía hasta abajo de sus rodillas con una blusa suelta y botines. La verdad se veía bien, sencilla y elegante. Al verme y después de ir saludando se acercó a donde me encontraba y se sentó a mi lado incluyéndose en la plática que había.

La reunión transcurrió y después de los puntos a tratar concluyo la misma retirándonos del lugar a las 11:15.

– “Es temprano aun”. Comento cuando llegábamos a la salida de la escuela.
– “Así es, creí que tardaría más la junta”. Comente
– “Que vas a hacer?”
– “Pues irme a casa yo creo, no tengo más que hacer”. Respondí,
– “Ahhm, yo le dije a mi marido que llegaría también como a la una. Vamos por un café?”,
– “Está bien” respondí.
Caminamos tres calles hasta llegar a un café cercano que entre sus características era que aparte de rico, Las mesas estaban colocadas de forma tal que generaban discreción y privacidad.

Pedimos los cafés y era notorio el silencio, considere que me diría algo como que estaba avergonzada, que se sentía mal anímicamente o cosas así, fue por ello que no presione ni forcé la latica dejando que fluyera por sí misma.

Después de los primeros sorbos de café sucedió lo siguiente

– “Crees que hice mal anoche?”
– “Pues creo que eso es mas de cada quien, después de todo no puedo opinar mucho ni soy quien para juzgar nada” Comente.
– “Bueno, es que quería preguntarte algo” dijo mientras miraba fijamente su taza de café.
– “Pregunta” Se quedó en silencio un instante, acerco la taza de café a su boca y la volvió a su lugar sin dejar que esta llegara a su boca.
– “Como me veía?” dijo en voz baja.
– “Como dices?” Respondí de inmediato. No era la pregunta que esperaba y eso hizo que le lanzara esa pregunta ya que creí por un momento no haber escuchado bien. Ella respiro profundo.
– “Que si como me veía haciendo eso?” pregunto inclinándose un poco hacia mí con la voz baja y mirándome a los ojos
– “Ah, pues la verdad no vi mucho pero hasta donde vi, pues bien, la verdad es que te veías bien” Mi verga empezó a endurecerse.
– “Mmm, fue algo muy loco, y la verdad es que es algo que a mi marido no me gusta mucho hacérselo, pero anoche no sé, me gusto sentirlas en mi boca y saber que me estabas viendo”
– “Pero ya no entendí, te gusta hacer eso pero no a tu marido o no te gusta hacerlo oral?” Lance la pregunta directa
– “Pues si la he mamado.” Hizo una breve pausa “Pero a mi marido no me gusta mamársela, no sé por qué.” Respondió
– “Es raro no”. Exprese. Di un sorbo a mi café mientras ella contemplaba su taza. “A qué edad la probaste?” pregunte.
– “Estaba en la secu, aun no cumplía quince”.
– “Tu novio?” cuestione
– “No, un vecino. Tenía 20”. Completo
– “Centímetros?” pregunte buscando precisar la situación mientras un flashazo con su imagen comiéndose una verga de ese tamaño cruzaba por mi mente endureciéndome más.
– “No tonto, años. Él tenía 20 años”. Dijo esbozando una sonrisa.
– “Ah” dije yo “ como no especificaste yo pensé”
– “Pensaste que tan chiquita y tan tragona seguro” dijo sonriendo “Estaba normal, si un poco gruesa”
– “Solo una vez lo hiciste?”
– “No. Fueron varias. A veces hasta tres o cuatro veces en la semana iba a su casa.”
– “Como que te gustaba hacerlo entonces” dije
– “Si me gusta, pero te digo que con mi marido no”
– “Entonces?” pregunte
– “Que?” respondió
– “Lo haces con otros” interrogue
– “Pues sí, pero rara vez, solo que ahora con estos chavos no sé si eso me gusto o si fue más el saber que me veías” comento
– “Entonces a ver, desde que estas con tu marido se la mamas a otros?”
– “Si, pero no vayas a decir”
– “Claro que no”, mi mano bajaba a mi entrepierna apretándome la verga que estaba dura. Eso me tenía excitado.
– “A cuantos?”
– “No se no llevo una lista pero si han sido varios, a algunos una vez a otros más veces. Ha sido ocasional.”
– “A ver cuéntame” dije yo tratando de disimular la sobada de verga que me estaba dando. No creí en realidad que fuera así, ya que proyectaba potra cosa pero bueno, tampoco me sorprendía el que una mujer casada y con hijos pudiera involucrase con alguien más.
– “Pues mira, hace como tres meses fui a llevar a mi mama a una cita que tenia con el doctor, pero como mi marido no me podía prestar el coche me dio dinero para taxi. Lleve a mi mama, la traje a su casa y camine hacia la avenida para tomar un taxi, eran como las 11 de la mañana, estaba ahí esperando y se acercó un coche, el señor que venía manejando muy atento por cierto me pregunto por una dirección y le dije como llegar, me pregunto si iba hacia allá y le dije que si así que me dijo que si me llevaba y acepte así que me subí al coche. Avanzamos y ahí a unas calles de donde vive mi mama hay un motel, el señor lo vio y dijo que no sabía que hubiera uno en esa zona, yo dije que sí que ya tenía mucho. Como nos tocó el semáforo en alto, me pregunto que si vivía por ahí y le dije que antes de soltera, y me dijo como en broma ah entonces eres casada, espero que ese lugar no tuviera que ver en eso y sonrió y a mi también me dio risa. Y pues solo dije que no, que no lo conocía y pues él me dijo que si quería conocerlo y pues dije que no, cuando la luz cambio al siga y avanzo me dijo ándale hermosa o preciosa, algo así, esa boca debe chuparla rico, y pues le dije que sí pero que solo eso solo chuparla y pues dio la vuelta y ya llegamos. “
– “Ah” externe. Me quede sorprendido por ello. “Y solo fue eso, no hubo más?”
– “Pues el si quería cogerme pero no, y si lo vi otras dos ocasiones. La última fue hace como tres semanas.”
– “Ándale, hace poco.”
– “Si, pero te digo, no sé si el que alguien me viera me excitó más, porque la verdad es que si me sentía muy caliente ayer, creo que los hubiera dejado cogerme”
– “No pues por lo que dices quizá si fue eso. Lo que si es cierto es que los dejaste prendidos. No terminaron o si”? Pregunte
– “No, pero este viernes sí.”
– “Bueno pues no estaré en el cuartito, no vaya a ser que terminen dándote los dos”
– “Mmm, ya vámonos. Pide la cuenta”
Pedí la cuenta mientras ella salía, vi sus nalgas al retirarse. Me levante y metí una de mis manos al pantalón para cubrir un poco la erección que aun llevaba. Caminamos al camión. Venia solo así que tomamos lugar. No dijimos mucho de camino. Ella bajo donde siempre y seguí mi camino.

Bir yanıt yazın

E-posta adresiniz yayınlanmayacak. Gerekli alanlar * ile işaretlenmişlerdir