De vacaciones con mi esposa y mi hijo…

De vacaciones con mi esposa y mi hijo…
En homenaje a un gran gran amigo…

Después de un año de casados tuve un hijo con mi querida esposa, pase muchos años tranquilo, bueno con algunas aventurillas propias de todos los hombres y he de admitir tengo cierto pegue para ambos sexos en especial la gente joven, pero nada que afectara mi matrimonio, vi crecer a mi bebé, llego a la pubertad y era tremendamente inquieto, despierto y ciertamente precoz, creo que era de herencia, no me espantaba, a su edad yo era también así, a mis 38 años trataba de ser su amigo y padre, cosa difícil que saben los que tienen hijos de esa edad, es la edad del cerillo y con poca cosa se encienden y su mente vuela, mas aun mi retoño, sucedió en unas vacaciones en una tarde mientras nadaba con mi hijo en el mar lo ayudaba a sortear las olas, el se montó en mi espalda y por accidente sus pies rozaban mi bulto, por instinto natural mi cuerpo reaccionó y tuve una semierección y para mi tremenda sorpresa mi hijo me dijo:

H – Papá… ¿se te puso duro el pito?

P – Este….si hijo es por el frio del agua- dije con tono lo mas natural posible.

H – Lo tienes bien tieso papá- mientras uno de sus pies me tocaba suavemente.

P – Sí….es por….el frió- mientras lo bajaba de mi espalda y veía a mi alrededor…

Por suerte no había nadie cerca, su mamá estaba en la orilla tomando sol y la gente mas próxima estaba a mas de 15 metros y por distracción una ola nos arrojo a la orilla, revolcándonos en la arena, riendo nos levantamos, teníamos los trajes de baño llenos de arena, volvimos hacia la parte donde estábamos, abrí mi traje para sacudirme pero realmente no salía del todo, mi hijo hacia lo mismo y pasaba igual, de repente e imagino que como se sentía en confianza se bajo el traje y sus blancas nalgas asomaron, paradas y duras como todo púber de su edad que hace ejercicio, tenia las nalgas como su madre, llenas, paradas y bien formadas ,pero me remordió la conciencia y desvié la vista, me di la vuelta y me bajé el traje para sacarme la m*****a arena, de repente, escucho a mi lado a mi hijo

H – Papa déjame ver tu pito- mientras se asomaba a mi derecha.

P – Pero……no…no debes…. ¿por qué quieres verla?- me sentí incómodo.

H – Nada más…. por curiosidad, nunca he visto una de adulto-

P – Luego de pensarlo un momento le dije… -Bueno pero rápido no sea que venga alguien-

H – Woooooooooow papi es grande…..¿esta parada?-

P – Pues…..es…es normal….creo…un….un poco….ya te dije por que-

H – ¿Puedo tocarla? Anda papa ¿no te m*****as?- me pregunto sin pena.

P (trague saliva) – Hijo no esta bien…no debe ser………soy tu padre…!!!-

H – ¿Es malo papa? ¿Te m*****aste? No te enojes conmigo-

¿Qué podía hacer? tenia a mi pequeño hijo de escasos doce años pidiéndome algo que nunca pensé, cierto es qué había dejado a algunos chicos hacermelo cuando estaba mas joven, si me negaba le causaría una idea equivocada de las cosas y opté por saciar su curiosidad…

P – Bueno hijo…..tócalo….yo veo que nadie se acerque- trague saliva nervioso de lo que iba a pasar…

Sus manos la atraparon acariciándola, lo que provocó que se pusiera más dura, la recorría despacio, provocando corrientes eléctricas hasta mis testículos, mi piel se erizaba, trataba de controlarme pero era algo tan cachondo, que muy a mi pesar empecé a disfrutar ese manoseo de sus juveniles manos.

H – Se siente calientita…esta tiesa papá…..pero suavecita- miraba extasiado.

P – Ya hijo pueden vernos y podrían pensar mal- quise detenerlo pero sin quitar sus manos y no muy convencido de lo que había dicho.

De repente su mano se cerró y empezó a subir y bajar a lo largo de mi verga, provocándome excitantes sensaciones.

P – Aaaaahhhh….hijo…n……no….lo…ha…ahhhh…..gas….n..no- se lo decía mientras cerraba mis ojos disfrutando de la caricia.

H – Se siente…..padrísimo…..papá…aaaaah….esta duro- con voz temblorosa.

P – Hijo….aaaaaaaaaaaaaaaah…. ¿qué haces?…..aaaaaaaaaaaaaaah……no debes…no es correcto-

H – ¿Por qué papá?….eres mi padre…soy tu hijo y te quiero- moviendo su mano de arriba a abajo sobre mi durísima verga.

P – Aaaaaaaaaaaahhhh ahhhh lo se hijo yo también te quiero ahhh pero dime ¿por que lo estás haciendo???-

H – Desde que lo vi en una película porno tenia deseos de hacértelo-

P – Pero ¿por qué a mi hijo? Ahhhhhhh- mientras me abandonaba al placer de sus caricias en mi verga.

H – Por que no lo haría con un extraño o un amigo…..prefiero que seas tu papá-

Ahí estábamos mi hijo y yo, el masturbando de manera consiente y deseosa a su padre, y yo gozando y derribando todos mis escrúpulos, me abandone al placer de sus manos, tenia la verga erecta a tope y bien dura, lubricando aunque no se veía, y la sensación de sus manos con el agua era indescriptiblemente erótica y morbosa, sus suaves manos subían y bajaban, una de ellas acaricio con ternura mis peludos huevos y luego subió para jugar con mis vellos púbicos, explorándolos, provocándome temblores de excitación en todo el cuerpo.

H – ¿Te gusta papa? ¿Te gusta como lo hago? ¿Así esta bien?- mirándome con ojos vidriosos y llenos de excitación…

P – Aaaaaaaaaaaaaahhhhh hijito lo haces muy bien ahhhhh ¿lo habías hecho antes?- Le pregunté entre callados gemidos.

H – No papito a nadie….yo me masturbo diario…pero quería hacértelo a ti y verte feliz-

P (No pude controlar lo que dije) –hay hijito que rico ahhh uhmmm sácame toda la leche de los huevos, andaaaaaa-

H – ¿De verdad papito….echaras tu leche?…..que bien- y aceleró sus caricias.

En un rápido movimiento lo vi zambullirse y meterse mi verga a su boquita, sus labios atraparon mi tronco y su lengua paseo brevemente por mi glande, la chupo ligeramente, provocándome una feroz excitación, luego salió sonriente.

H – ¿Te gusto lo que hice papa?- mirando con ojos de deseo y volviendo a tomar mi ya durísima verga y comenzando nuevamente a masturbarme.

P – Sí hijo me gusto mucho…aaaaaaaaaaaahhhhh….pero ya detente por que….aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh-

H – ¿Vas a echar tu leche?- moviendo mas rápido su manita sobre mi durísimo tolete.

P – Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhggggg siiiiii hijo siiiiii tu papá va echar toda leche que tiene en los huevos aaaaaaaaaaaahhhgggg-

H – Hazlo papá quiero verla……échala…..échala toda papito- mientras movía su manita más rápido.

P – Tómala hijo tómalaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhggggggg- eyaculé en el mar, mi semen se mezclo con el agua.

H – Ooooooooooohhh papito echaste mucha woooooooooooow- sin soltarme y provocándome espasmos de placer.

P – Ya hijo yaaaahhh….ya por favor….suéltame hijito- mientras lo veía tratar de tocar mi semen.

H – Sí papá…..pero prométeme que me dejaras hacerlo de nuevo..promételo-

P – Siiii….ahhhh…..siiii lo prometo pero suéltame…yaaaahhhhh-

Por fin me soltó y tuve que nadar un poco para calmarme, lo bueno es que por el sol la coloración de sus mejillas se confundía, era mezcla del sol y la excitación que tenía, nadamos un poco y salimos.

Ahí tendida estaba mi esposa hermosa, preciosa, con su bikini de pierna alta tipo hilo dental, sin sospechar que nuestro querido retoño me había ordeñado y sacado toda mi leche en pleno mar, me envolvía la culpa y el remordimiento, pero también reconozco que lo había gozado tremendamente, me quedaba la duda si mi hijo era gay o solo había sido como el dijo probar, no lo sabría en ese momento, pasamos la tarde tranquilos, acamparíamos como lo habíamos hecho algunas veces, me sentía levemente excitado y para rematar no podría tener a mi esposa ya que solo teníamos una casa de acampar, grande pero era una sola.

Cayó la noche y al calor de la fogata improvisada cenamos ligero, había otras tiendas pero a unos 10 metros la más cercana, mi mujer comentó que se acostaría, ya pasaban de las 10 pm y la mayoría de los campistas ya había apagado sus luces, apagué la de la casa de acampar de nosotros y la fogata y me quedé con mi hijo sentado en la arena como otras veces, viendo las estrellas y el mar, una vista apacible y tranquila, pero esta vez me sentía diferente por lo que había pasado y decidí hablar con él.

P – Hijo vamos a caminar por la playa- mientras cerraba la tienda con el mosquitero.

M – No se desvelen amor- dijo mi esposa algo somnolienta.

P – No amor, solo caminamos un rato para bajar la cena-

Nos alejamos de ahí platicando de otras cosas, no se que tiempo pasaría, pero ya era muy noche y la playa a cada paso que dábamos estaba más desierta, solo el ruido de las olas rompía el silencio, como siempre que salíamos de bañarnos del mar solo llevábamos puesto solamente shorts y playeras, era mas cómodo que usar ropa interior, total, estábamos en una playa y la mayoría andaba así y algunos hasta desnudos, mire sin querer las paradas nalgas de mi hijo y recordé lo que había pasado, un escalofrió me recorrió la espalda.

Caminamos más y más, llegamos cerca de unas rocas y follaje, las casas ya se veían lejanas, la penumbra nos cubría, decidí que era el momento.

P – Hijo quiero hablar de lo que paso esta tarde-

H – Sí papá….yo también….quiero repetirlo- mientras llevaba su mano a mi bulto y comenzaba lentamente a sobarlo.

P – Hijo…no…deberías……tu…ahhhhh…no….es……correcto…ahhhh- no le quite la mano.

H – No te sientas mal papá……yo deseo hacerlo…….déjame tocarte…me gusta-

Sentí como me bajaba el breve y suave short liberando mi verga que ya se paraba ante ese delicioso masaje, sus manos invadieron mis genitales, esta vez la izquierda tomó mis huevos mientras la derecha se movía rítmicamente arriba y abajo.

P – Hijo…..ahhhhhh….. ¿a ti te gustan las chicas …ahhh….o los chicos?- tembló mi voz.

H – Las chicas papa….me encantan…ésto solo quiero hacerlo contigo y nadie mas-

P – Aaaaaaaaaaahhhh ohhhhhh mmmmm uhmmm ahggggg- temblaba de pies a cabeza mientras él seguía manipulándome la verga.

Sin pedir permiso lo vi hincarse y meterse mi tolete a su boquita, lo chupo suavemente, sin prisa, recorriéndolo con su lengua, desde el glande hasta donde podía llegarle.

H – Aaaaahhhh papito sabe muy bien….quisiera poder metérmela toda en la boca mmmm-

H – Chup chup chup chup slurp slurp slurp chup chup- oia su saliva al chupar.

H – ¿Te gusta papa?….¿Te gusta como te la chupo?……mmmm chup chup-

P – Aaaaaaaaaaahhhhhhgggggg ahhhhhhh uhmmm ahhhhhhh mmmm ahhhhhhh-

Sonrió ante mi respuesta, continuó su tarea, chupaba mi glande, lamia mi tronco hasta llegar a mis huevos los cuales mojaba con su saliva y los besaba, no podía detenerlo me estaba dando tremendo placer, no supe en que momento rebase los limites de la relación, acaricie sus cabellos me estaba dando tanto placer, me sentía culpable pero mi excitación era mayor que mis escrúpulos.

De repente ya me hallaba sentado en la arena con mi hijo entre mis piernas devorando mi falo golosamente, lo masturbaba, lo chupaba, lo lamia, lo hizo a su antojo, se detuvo un momento solo para hacerme estremecer con sus palabras

H – Papá…..quiero probar otra cosa..lo que vi en esa película porno- temblaba su voz .

P (Trague saliva) – Dime mi amor ¿qué deseas probar?…..ahhhh- tenia miedo de su respuesta pero la conocía.

H – Dime que sí antes…….anda dime que sí- sin soltarme la verga mientras la seguía masturbando.

P – Siiiii hijo siiiiii ahhhh dime qué es……ahhhhh- mientras gozaba sus caricias.

H – Quiero…..quiero que me cojas papá…tener tu pito dentro-

Temblé mezcla de excitación y miedo, mi pequeño hijo me pedía algo tan temido pero que ya imaginaba, quería sentir la verga de su padre en sus entrañas

P – ¿Estas seguro mi niño?……¿De verdad quieres sentirme?- lo mire fijamente.

H – Sí papa lo deseo mucho…es mi primera vez y quiero que sea contigo- dijo visiblemente excitado, mis compañeros de la escuela me han hablado de eso, además de verlo en la peli porno.

Loco de deseo no pude pensar más y derribé de golpe todos mis escrúpulos y me disponía a gozar de mi hijo y de hacerlo gozar.

P – Esta bien hijo- trague saliva al verlo tan complacido con mi respuesta.

Se quitó las 2 prendas que lo vestían y se recostó en la arena completamente desnudo con sus piernas bien abiertas, como sus nalgas eran llenas y pronunciadas su juvenil ano quedaba expuesto sin dificultad, aquella visión me excito y termino de vencer todo escrúpulo, me acerque con la verga bien dura y babeante buscando su agujero, me acomode, el se apoyó en sus manos, sus escasos 1.55 y delgadez le hacían muy flexible, así que podía apreciar bastante de lo que haría con él.

Mojé dos dedos con los jugos qué salían de mi verga y le frote el ano lubricándolo, repetí varias veces la acción hasta meter un dedo, luego otro escuchándolo gemir.

H – Aaaaaaaaaaaay papá que ricoooooooooo…..que rico me lo haces….ahhhhh…asi papá….que rico mmmm-

Pronto mis dos dedos entraban y salían de su ano mientras el lo veía con excitante curiosidad.

P – Aaaaaaaaaaahhhhh hijo que apretadito tienes el culo aahhh mi niñooooo ahmmm mmmmm-

H – ¿Te gusta papa? Ahhh ¿Te gusta mi culito? Ahhhhhh mmmmmmm ahhhhh-

P – Sí hijito esta caliente y apretadito….ahhhhh….¿te gusta lo que hace papito?-

H – Me esta gustando…mmucho papito….ahhhhh….no pares…..ahhhhhgggg-

Nuestras miradas se cruzaban excitados, yo dedeandole el culito y el excitadísimo viendo todo, haciendo gestos de cuánto disfrutaba aquella relación i****tuosa y prohibida, se mordía sus labios para gemir en tono mas bajo, mis dedos lo exploraban y tocaban sus entrañas, estimule su próstata mientras su verguita se ponía más dura.

H – Aaaaaaahhhhhhhh papacito lindo te quiero…te quiero papito…ahhhh mmmm- gimió agitado y sumamente excitado.

P – ¿Quieres que me detenga? ¿Que lo deje de hacer? ¿Qué lo haga más lento? …..¿qué quiere mi niño precioso?-

H – Quiero que metas tu pitote papá…..eso deseo…métemelo todo…cógeme-

Saque mis dedos y el suspiro, sabia lo que venia, me acomode mientras el me veía, tome mi mano derecha y apunte mi glande a su lubricado y dilatado ano, no podía detenerme ya, aquel sonrosado y virginal botón que lavara hace años cuando lo bañaba de pequeño estaba a punto ser mío, por entero, a solicitud de mi querido y amado hijo.

Me coloque en posición y empuje, la dilatación y la lubricación facilitaron todo pero no por eso lo hice bruscamente, mi glande desapareció poco a poco en ese precioso agujerito, avance gozando como palpitaba y se abría cediendo al intruso que lo desvirgaba, su respirar agitado llego a mis oídos, su boca soplaba en mi cuello.

P- Relájate hijo, relájate más, no hagas fuerza que podría lastimarte.

H- Ay papito me duele pero me gusta también…..no lo saques…..mételo todo despacito aaaaaaaaahhh-

H – Ay papa…ahhggg…me abres…ahggg sigue… más…aaaahgggg…toda papacito, con cuidado que es mi primera vez, hazlo despacio-

Mientras yo seguía empujando lentamente para gozar lo mas posible de la desfloración de mi hijo, empuje lentamente tomandome todo el tiempo necesario hasta que mis huevos tocaron sus nalgas.

H – Aaaaaaaahhhhh papito lindo ahhhh me duele un poquito ahhhhhh que rico se siente mmmm, no te muevas, así déjalo-

P – Sí hijo así me quedo, tienes un culo delicioso hijo…ahhhh…apretadito y caliente como me gusta sentirte ahhhh-

H – Cógeme papito…ahhhhhh….despacito metela toda papito….ahhhhhh, despacito, despacitoooo-

P – Ya la tienes toda adentro……se la comió toda tu culito..que rico me aprieta ahhhh-

H – ¿Te gusta papa?…a mi si…me gusta como se siente…ahhhhh esta calientito y muy duro-

Empuje hasta que mis huevos se posaron delicadamente en sus nalgas, ambos sudábamos a pesar de la brisa marina, sus quejidos se volvieron pronto largos gemidos, se mordía los labios por que sabia que si nos descubrían habría problemas, despacio empecé a mover mis caderas entrando y saliendo de su recto, sintiendo como su ano me apretaba delicioso al entrar y al salir, mientras escuchaba sus gemidos.

H – Así papito así….así siento rico…despacito…ahhhh…que rico siento…ahhhhggg-

Su culo apretaba deliciosamente y pronto mis ahogados gemidos se unieron a los suyos, sus piernas se cerraron en mis caderas y recostado en la arena jugaba con mis cabellos.

H – Te quiero mucho papito…ahhhh…ahora más mucho más…ahhhhh- mientras me sonreía.

P – Te adoro hijo…te quiero mucho..mucho…ahhhggggg- mientras me movía lento para no dañarlo.

H – ¿Te gusta este juego entre nosotros papito?…ahhhggg ohhhh mmmmm…me gusta mucho lo que me haces-

P – Sí mi niño…..ahhhh…ohhhh..mmmm- mientras aceleraba mis embates contra su culito.

Lo vi derramarse en su estomago, sus cristalinos liquidos salieron disparados, mi niño estaba gozando tremendamente su desflore, cosa que me daba gusto también, continúe entrando y saliendo sin parar hasta que sentí como se contraían mis huevos, señal de que pronto saldría mi leche.

P – Hijo…ahhhh…hijito…uhggg…ya no aguanto…déjame sacártela…ahhhh-

H – No papito….ahhhh…nooooo….ahgggg…hazlo…quiero sentir tu leche…damela-

P – Tómala hijito…..tómalaaaaaa…….ahgggggg…..me vengo hijo me vengooooooooo…….ahhhggggg-

H – Ahhhhh…te siento papito….ahhhggg..que rico..ahgggg…ohhhgggg-

Esto provoco el estallido de mis sentidos, eyacule en sus entrañas, llenándole el recto de mi tibio y espeso semen, sentí que no dejaba de eyacular, mis jugos salían en cantidades que nunca pensé, era algo tan inmoral, cachondo y morboso que mis sentidos embelesados me pedían seguir embistiendo y desflorando su pequeño culito.

H – Ahhhhh papito lindo…ahhhhh…siento como escurre tu leche por mis nalguitas-

P – Sí mi niño te llene el culito de leche – mientras me quedaba quieto

H – Fue…ahh..tan rico papito…ahhhh…sentí tan rico…ohhh- cerro sus ojos.

P – Aaaaaaaaahhhh que rico aprieta tu culito mi verga, mmmmmm ahhhhggggggg-

H – Papacito la tienes dura aun……¿Quieres seguirme cogiendo papa? ¿Quieres?-

Sin responder se la saque y lo puse a gatas, el encantado me seguía el juego y abrió las piernas un poco.

H – ¿Así te gusta papa? ¿O como quieres que me ponga?-

P – Así esta muy bien hijo…te ves lindo- tome sus caderas y coloque mi verga en su ano.

Empuje suavemente hasta entrar completo mientras escuchaba sus ahogados gemidos al sentirse invadido de nuevo por mi verga, como gozaba sus palpitaciones al ir entrando suavecito y lento, mi cabezón tocaba algo que creo era su próstata, empecé a moverme como poseído, entraba y salía de su culo a mi entero placer, me importo poco sus quejidos, sabia que el estaba encantado de sentirme en sus entrañas.

P – ¿Te gusta, te gusta como te meto mi vergota?- quiero que así le digas desde ahora, VERGA, VERGOTAAAA…!!!

H – Aaaaaaaaaaahhhhhgggg….mmmmm….siiiiii papito lindo le diré como tu quieras a tu verga a tu VERGOTOTAAAAA ahhhhgggg- gemía mientras movía su culo.

P – Sí hijo es VERGA, VERGOTA, LA VERGOTOTA DE TU PAPÁ, ahora tu solo hijo…mueve el culo así- mientras lo movía con mis manos en sus caderas.

Me gustó la complicidad de usar un nuevo lenguaje con él, más deshinibido, más cachondo, me calentó muchísimo más escucharlo decir vergototaaa.

Cooperativo empezó a moverse como se lo pedía, me acomode semi sentado en mis tobillos para deleitarme con la vista de mi pequeño ensartandose solito en la verga de su papá, que deliciosa y excitante vista.

H – ¿Así papito…ahgggg así?….ohhhhggg….mmmmm..uhmmmm-

P – Siiiiiiiiiii mi rey…así lo quiero..sigue más…ahhhhh sácale otra vez la leche a tu papa – le dije completamente excitado y fuera de mí.

No se cuanto tiempo transcurrió antes de que mi verga estallara de nuevo en el recto de mi retoño, pero sentí que me fallaban las piernas, me sentía flotar, la sensación era delirante, veía su hermoso y tierno ano rebozar de mi leche, mientras mi hijo se quedaba quieto al sentir que me venia, y ntre sus pierna lo vi chorreándose otra vez.

Por fin satisfecho después de no se cuantos minutos mi pene escurrió de su deliciosa prisión, mientras veía a mihijo admirar mi verga, la vergota de su papá, se recostó en la arena, se veía hermoso, nadie imaginaria que aquel chiquillo había dado tanto placer a su padre, nos levantamos después de un rato, así desnudos nos lavamos mutuamente con el agua de mar, sus manitas no querían soltar mi verga mientras me enjuagaba y las mías no querían soltar sus nalguitas mientras lo enjuagaba, regresamos a donde estaba nuestra ropa, nos arreglamos y emprendimos el regreso caminando lentamente, abrazados, la unión padre hijo ahora era mas estrecha, en un momento pasó su mano por entre mi camiseta acariciándome los vellos del ombligo y bajando su mano lentamente y metiéndola por el resorte del short hasta empezar a jugar con mis vellos púbicos y bajándola más hacia mi verga, y en un gesto de complasencia tomé yo mismo el resorte con la mano libre y lo bajé dejando que sacara mi verga y mis huevos y la tuviera en su mano mientras lo veía sonreír y aliviaba mis remordimientos.

H – Está dormida y sigue siendo grande papá, ¿Cuándo crezca la tendré así como tu? Me preguntó con curiosidad.

P – Sí hijo, la tendrás igual o más grande que yo.

H – Me gusta papá, me gusta tu vergota, la quiero mucho, y deteniendo el paso, se agachó para darle un beso.

P- ¿Te gusta hijo?

H – Me gusta muchísimo papá, la quiero, la amo muchísimo – dijo mientras la llenaba de besos y la abrazaba, restregando mi verga, mis huevos y mi pubis en su cara.

La escena era por demás morbosa pero tierna a la vez.

P – ¿Te gusta hijo, te gusta mi verga? Dímelo hijo quiero escucharte.

H – Sí papá me gusta tu verga, TU VERGOTOTA. – me dijo sin dejar de besarla y restregarla.

Mi verga aunque cansada empezaba a dar señales de una erección, las caricias de mi hijo me excitaban más y más, lo puse de pie y levanté sus brazos para sacar su camiseta y acto seguido a eso le bajé el short quitándoselo y quedando nuevamente desnudo ante mí.

Él repitió la misma acción conmigo, me agaché para que me quitara la camiseta y me incorporé para que bajara mi short y así desnudos estábamos uno frente al otro, admirando nuestros cuerpos y saciándonos con lo que veíamos.

Me acerqué a él y lo abracé, sintiendo su cuerpo pequeño entre mis brazos, mi hijo estaba entrando más y más a la pubertad y quería gozar de ese momento lo más que pudiera.

Lentamente soltpandome del abrazo me fui sentándome en la arena, no queríamos soltarnos, su verguita ya estaba dura, lo dejé de pié y me senté del todo, lo atraje hacia mí quedando su verguita muy cerca de mi cara, quería verla, admirarla, y tiernamente con una mano se la toqué y respingó y con la otra acariciaba tierna y lentamente sus huevitos.

H – ¿Te gusta papá? ¿Te gusta mi pitito? Me preguntó.

P – Sí hijo, me gusta, me gusta todo de ti pero no es pitito, es verga hijo, verga, y pronto será vergota.

H – Siiiiiiiiiii papá, quiero tenerla como tu, grandota y gruesota y llena de pelos.

Mientras veía a mi hijo noté que ya tenía unos pelillos asomándose por su pubis y sin pensarlo y deseándolo muchome ace carrqué para acariciarle su verga con mi cara, para llenarla de besos como había hecho él hace un momento con la mía, me metí la verga de mi hijo a la boca y empecé a mamárselo lentamente.

H – Aaaaaaaaaaaaa papitooooo me estás chupando….. Me estás chupando mi verga.

P – Sí hijo, tu también mereces gozar un rato ¿Te gusta como lo hago? ¿Me das tu lechita en la boca?

H – Sí papitooooo……… me gusta much……….oooo…..me encanta lo que me haceees, si papacito te doy mi lechita te la doy todita ahhhhhhhhhh…. Me decía mientras se la chupaba.

Sus piernas flaqueaban y se agarró de mi cabeza mientras seguía mamandosela.

H – Ya casi papito ya casiiiiiiiiii……….. Me vengooooo papito me vengoooooooooo… – y derramó su lechita en mi boca, sabía tan deliciosa que me la tragué toda.

H- Papitoooooooooooo.….….….papitooooooooooooo, no dejaba de susurrar y de gemir agarrado a mi cabeza, luego de unos besos la limpié y me incorporé.

Así como estaba sentado se echó encima mío abrazándome y llenándome de besos, besos que le correspondí por toda la cara, el cuello, su cabello, no parábamos de propagarnos caricias y besos, mi verga estaba dura otra vez pero estaba cansado pero tampoco quería romper ese momento.

H – Papito ya se te puso dura de nuevoooo. – me dijo sorprendido.

H – ¿Me déjas jugar con ella otro ratito, si si? Me preguntó ansioso alargando su mano y agarrandomela.

P – Estoy cansado hijo y ya es tarde, debemos ir a dormir. – le dije sujetando su mano con la mía y rodeando mi verga a la vez.

H – Solo un momento papito, si te sale lechita ¿la puedo probar? –

Escuchar eso hizo que mi verga diera un respingo y terminara de ponerse dura de nuevo, me dolía por toda la actividad del día pero mi calentura y complacer a mi hijo era lo único que importaba.

Tomando su mano con la mía y rodeando ambas mi verga comencé a llevar el ritmo de la masturbación, mientras acariciaba su cara con la mía, se separó para ver la acción.

H – Papi esta dura, la siento calientita y suavecita en la mano, me husta que juguemos así con tu vergototaaaa – me dijo admirando la acción de ver las 2 manos masturbandome.

P – Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh hijo, me gustaaaaa….. ¿Te gusta sentir mi vergota en tu mano? Dímelo hijo, dímelo…!!! Le imploraba mientras seguíamos con la acción.

Poniendose a un lado de mí y por la posición de mi cabeza, la suya quedaba a un lado mío y pegando más nuestras caras y sin dejar de mirar mi verga me susurraba.

H – Síii papito me gusta tu vergotota, mira que dura está tu vergototaaaa.

En un movimiento voluntario para estar más cómodos, me abrí más de piernas exponiendo por completo mi erección a nuestros ojos, el calor de su mano, el calor de su cuerpo junto al mío, su cara junto a la mía que empezaba a sudar por el efecto de la calentura, nunca me había sentido tan excitado, nos concentramos en ver el movimiento de ambas manos sobre mi verga, en mi cabeza retumbaba la voz de mi hijo, VERGA, VERGOTOTA, VERGOTA, mientras veía mi verga, dura como hacía mucho que no la tenía, admirabamos su dureza, su grosor, sus venas que se marcaban grotescas, su largo de 19 cm que emergían poderosos desde mi peludísimo pubis, la piel del prepucio cubriendo y descubriendo el glande ritmicamente, me gustaba mi verga y me gustaba que a mi hijo le gustara, me gustaba más exhibirsela, exhibirnosla, gozar y disfrutar de ese acto tan íntimo entre los 2 y le anuncié.

P- Hijoooo ahhhhhhhhhhh, estoy por venirme, ya no aguantooooo…

Sin decir nada, mi hijo se separó de mí soltándome y decostandose boca abajo en la arena frente a mi verga.

H – ¿Yaaaa papi, yaaa??? Me preguntaba annsioso entre susurros.

P – Ya casi hijo ya casiiiiiiiiii aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhgggg, agarrame los huevos hijoooooooo aaaaaaaaaaaahhhhhh

Y con su manita los sostuvo mientras acercaba mi verga a su boca son dejar de masturbarme, posó sus labios sobre la cabeza en el momento justo en el que me derramaba, a la vez de que empezó a succionar como si fuera su teta.

P – Ahhhhhhhhhhhhhh hijooooooooo tóma, tómala toodaaaahhhhhhhhhhhhhhhggggg…

él chupaba mientras su boca se llenaba un poco con mi leche, la venida no fue tan abundante como las anteriores pero lo poco que quedaba lo saboreaba.

H – Sabe raro papiiiiiiiiiiiiiii, – me lo decía mientras intentaba encontrarle algún sabor conocido, y cansados como estabamos nos quedamos quietos un momento, me recosté en la arena y el sobre mi verga…

Luego de un rato, nos reincorporamos, nos vestimos y regresamos, lo noté pensativo y le pregunté.

P – ¿Qué piensas hijo? – temía que tuviera culpa por lo que permití que hicieramos.

H – Papi ¿te puedo hacer una pregunta? -me dijo mientras su cabeza baja miraba la arena en sus pies mientras caminábamos.

P – Sí hijo, pregúntame lo que quieras – temía que fuera a ser algo improvisado que me tomara desprevenido.

H – ¿Papá, antes lo has hecho con otros hombres? – como ya me imaginaba su pregunta me tomó desprevenido y por sorpresa, cierto es que ya había tenído relaciones con hombres tiempo atrás y le respondí.

P – Hijo mira, sí, antes, hace tiempo que lo he hecho con otros hombres pero eso lo hablaremos en otro lugar y en otro momento.

No sé por qué me vino un ataque de sinceridad con mi hijo, con él me sentía como nunca antes con alguien más de mi mismo sexo.

H – ¿Y me contarás todo papá? – me preguntó en tono serio.

P – Sí hijo te lo contaré pero ya tendremos tiempo para eso.

H – Está bien – asintió con seriedad.

P – ¿Qué pasa pequeño? ¿Estás enojado conmigo? Pregunté un poco preocupado.

H – No papi, bueno sí, un poco, quiero que seas solo mío – me dijo en un tono aún más serio.

Abrazándolo más hacia mí le dije:

P – Hijo, no tienes nada de que preocuparte, eso que pasó ya pasó y tu vas a ser mi hijo siempre, siempre estaremos juntos, siempre que tu quieras.

H – Sí quiero papito, te quiero mucho, te amo mucho y ya me contarás lo que tengas que contarme.

P – Hijo, todo esto que ha pasado tiene que quedar entre nosotros, nadie debe saber nada mucho menos tu mamá ¿me entendiste?

H – Sí papito, no le diré nada a nadie, es nuestro secreto de papá e hijo, se colgó a mi cuello y me dio un beso.

Finalmente llegamos tratando de no hacer tanto ruido para no despertar a su mamá, entramos a la casita y nos acomodamos para dormir, yo en medio entre mi hijo y mi esposa, esa noche dormimos abrazados, felices, aun que yo me sentía inquieto aún, pasó la noche en un suspiro, amaneció y el me despertó para después salir corriendo rumbo a la playa.

H – Burro el ultimo papa- sonriendo arranco a correr hacia el mar y yo detrás suyo.

M – No se tarden por que haré el desayuno-

P – Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii amor nada mas cazo a ese travieso y lo traigo-

Antes de que mi hijo lograra entrar al agua me adelante corriendo pasando junto a él.

P – Tu serás el burro jajajajaja- mientras mis pies llegaban al agua dándo grandes zancadas.

Pero al momento de impulsarme para tirarme un clavado, mi hijo sujeto mi traje de baño, así que al saltar mi traje quedo en sus manos, sentí mi desnudez y nadando debajo del agua me acerque, era muy temprano pero no quería arriesgarme a ser visto así, salí cerca de mi pequeño quien reía divertido de su travesura con mi traje en la mano, así que tome venganza y le jale para abajo su traje de baño.

P – JAJAJAJAJAJA ahora estamos a mano- mientras le enseñaba su traje.

H – JAJAJAJAJAJA si papá ya me dejaste igual- divertido se acerco caminando.

El agua nos llegaba al pecho así que era difícil que alguien pudiera ver de lejos que pasaba ahí, intercambiamos trajes de baño sonriendo, pero sentí posarse su mano en mis genitales.

H – Me gustan tus huevotes papá…peludos ¿Ya estarán llenitos de leche papi?- los acaricio suavemente.

P – No empieces hijo que es muy temprano y hay gente ya despierta-

H (Sonrió) –pero aquí en el agua no hay nadie cerca… ¿Por qué no jugamos papito?- me preguntó en tono bajo y pícaro.

Sus dedos atraparon mi tronco y empezaron a subir y bajar rítmicamente, suavecito, lento, jugando con el, poniéndolo duro, parándolo.

P – No hijo….por favor…….no tengo ganas, estoy cansado de todo lo que pasó ayer- mientras trataba de controlar el tono de mi voz.

H – Mentiroso papito…tu vergota si quiere..ya esta más dura y..calientita-

Suspire vencido, era mi consentido y difícilmente le negaba algo aún algo tan agotador, bendita su juventud, estaba en sus manos, lo vi sonreír sabiendo que le seguiría el juego, sin previo aviso giro y se puso de espaldas a mi, paro sus hermosas nalguitas y empezó a frotarse contra mi erección, se ponía de puntitas para alcanzarme, doble un poco las rodillas para facilitarle su juego, mi verga recorría suavemente su canal de las nalgas, hasta que mi glande imagino que rozaba su ano por los suspiros que daba.

H – Métela papito..quiero sentirte…me gusto mucho anoche- mientras paraba mas sucadera.

Abrí sus nalguitas con mis manos y el agua facilito todo, su ano ya abierto me recibió gustoso sin dificultad, entre lentamente, gozando ambos.

P – ¿Te gusta mi niño? ¿No te hice daño anoche? ¿No te duele?- mientras se la empujaba y casi lo levantaba de la arena

H – Siiiiiiiiiiiii papito…ahhgggg…no se sabes cuanto me gustó…mmme encanta ahhhgg y me dueleeee un poquito pero me gustaaaa.

Empezamos a movernos al vaivén de las olas y fingía ayudarlo a pasar las olas, mi mujer nos alzó la mano a lo lejos, mi hijo le respondió con la mano también.

M –vénganse ya a desayunar- grito mi esposa desde la playa.

H – Siiiiiiiiiiii mamaaaaaaaaaaaaaaaa ahorita vamos…ahhhggg- mientras se movía ensartado en mi verga.

P – Ya vámonos o tu mama se enojara- mientras trataba de sacársela.

H – Un ratito más papi, me gusta mucho…no me la saques..quiero sentir otra vez tu lechita-

Aquella petición me produjo mas placer del que ya gozaba, arremetí con mas rapidez y dureza su culito, entrando y saliendo de sus entrañas.

H – Aaaaaaaaaaaahhhhggg ahhhhh mmmm asiiiii papito asiiii me gusta mas aaahgggg duro papito-

P – Aaaaaaaaaaaaaaahhhhh mmmm uhmmm que rico culo tienes bebé ahhh ya casi te lo lleno de leche ahhhgggggggggggg

Estallé en su recto dándole toda mi simiente mientras lo tenia completamente levantado de la arena y sostenido por mis manos y mi verga en su culo, él feliz recibía mi leche, por fin cedió mi erección y me zafe, nos lavamos y caminamos de regreso, sentía mis piernas temblar pero ambos estábamos satisfechos.

Aún quedaban unos días más en la playa antes de volver a casa y a la rutina de siempre…

¿Y qué paso en esos días después de esos encuentros?…..

Eso será parte de otra historia…

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