La mujer de mi amigo 2

La mujer de mi amigo 2
Con Camila ya llevábamos un tiempo de juntarnos a tener sexo, cada vez era mejor, a veces pasaban meses sin juntarnos, pero cuando lo haciamos era fabuloso, siempre diferente, siempre sorprendente, teníamos un lugar secreto donde nos juntábamos, una vieja casa que yo cuidaba, porque sus dueños, ( mis tios) no vivían en la ciudad, pasan viajando por el mundo disfrutando la jubilación,así que me encargaba de ver que todo estuviera en orden, ese era el refugio, en el patio trasero de esta casa habia una habitacion a medio construir y desde ahi se veia la casa de los vecinos, la verdad nunca supe quien vivía en esa casa, yo iba poco, y cuando iba o era a tener sexo con Camila o solo iba a revisar que estuviera todo bien, asi que mi interacción con los vecinos era nula.
Una noche que estaba un poco estresado me fui a esta casa para estar solo un momento, salí al patio a fumar un cigarro y sentí ruidos un poco extraños en la casa de al lado, pense que podian haber ladrones porque sonaba como si estuvieran desordenando cajones y cuando llegue no vi luces prendidas, rápidamente subí a esta habitación a medio terminar y me puse a mirar que pasaba. Cuando me asomé vi que no eran ladrones, era una pareja en una apasionada sesión de sexo salvaje, por eso los ruidos, el hombre azotaba a esa pobre mujer por toda la habitación, con la confianza de que la casa del lado estaba vacía así que nadie los vería, por eso no tomaban la precaución de cerrar la cortina. fue inevitable no hacerme una paja mirando como tenían sexo los vecinos, era una pareja joven, ambos muy atractivos, y bastante calientes.
Comencé a ir todos los días a la misma hora para ver si me encontraba con otro espectaculo de sexo en vivo, en una de esas visitas conocí al vecino, nos pusimos a conversar y me contó que el trabajaba en una empresa minera con un turno de 4 x 3, eso quiere decir que está fuera 4 días y los otros 3 en casa, no fue difícil hacerme la idea de que dias estaria en casa para ir a ver como le daba a su rica esposa, porque justo ese dia se iba a trabajar.
En esos días de trabajo del vecino me junte con Camila y se me ocurre contarle lo que había visto, ella con cara de traviesa me dice que le parecía excitante ver a otros tener sexo, eso de espiar le provocaba mucho morbo y me dijo que quería que nos juntaramos cuando llegara el vecino para ver si teníamos suerte.
Como era difícil saber a qué hora llegaba del trabajo recordé que tengo un conocido que trabaja en el mismo turno en la misma empresa, así que lo llame para preguntarle, y me dijo que ellos dejan el trabajo los jueves a las 7 de la tarde, así que en la ciudad están a las 10 de la noche. Le comente esto a Camila y coordinamos para estar en la casa a esa hora. Esperamos impacientes que llegara el vecino, escondidos como un par de ladrones mirando a la casa del lado, mientras tanto la vecina preparaba cosas para comer y las llevaba a esta habitación, ella se veía muy sexy para esperar a su marido, eso a Camila la tenia muy excitada. De pronto sentimos que llega el vecino, saluda a su mujer y se va al baño mientras el vecino se daba un baño la vecina ordenaba un arsenal de juguetes sexuales sobre la cama, Camila se mordia los labios y me apretaba la pierna mientras miraba la escena, me decía que estaba nerviosa por que si nos descubren podríamos tener problemas, yo le decía que mientras no hiciéramos ruido no tenían por que descubrirnos. En eso, aparece el vecino en la habitación, desnudo y secándose el pelo con la toalla.
A penas ella vio a su marido, se acercó a él para darle un apasionado beso que hizo que su verga se pusiera como piedra, ella lo tomó y comenzó a masturbarlo sin dejar de besarlo, en cosa de segundos ella se arrodilló frente a el y comenzó a darle una mamada furiosa, yo miraba el rostro de Camila, tenía la expresión de una niña en la juguetería viendo la última muñeca de moda, ella me mira y me pregunta cómo estoy, yo le muestro mi pantalón que a penas aguantaba mi erección, sin dejar de mirar a los vecinos Camila me desabrocha el pantalón y deja libre mi pene, el que agarró con la mano y comenzó a masturbar casi sincronizado con las mamadas que le daba la vecina al marido.Y su otra mano la tenía perdida debajo de la tanga, no aguante y metí mi mano junto a la de ella para masturbarla, estaba empapada, mis dedos se deslizaban sin problemas por toda su vagina, asi estuvimos unos largos minutos, tocandonos mientras veiamos a los vecinos tener sexo, cada vez que los vecinos cambiaban de pose nosotros también cambiabamos, me puse detrás de Camila y comencé a rozar mi pene entre sus nalgas, dejando que recorriera libremente el camino hasta penetrarla, como ella es alta no tuve problemas en empezar a penetrarla de pie, nos movíamos al unísono con los vecinos, cada embestida de él era una embestida mía, nunca lo habíamos hecho de pie, era raro pero rico, sobre todo por que nunca dejamos de ver como cogian los vecinos,hasta nuestros besos eran mirando hacia el lado, los líquidos de Camila corrían por mis piernas hacia los zapatos, nuevamente me puse detrás de ella que estaba apoyada en el muro y apunte mi pene a su culo, cuando sintió mi pene presionar suavemente su ano, levantó la cola, me miró con cara de caliente, abrió sus nalgas y comenzó a empujar hacia atrás hasta que lo tuvo entero en el culo, comencé a darle con fuerza mientras ella se puso el pantalón en la boca para ahogar sus gemidos, dejamos de preocuparnos de los vecinos y solo nos concentramos en el polvo que nos estábamos pegando, le di duro como nunca, mucho mas que la primera vez, hasta que tuvimos el orgasmo mas intenso que habiamos tenido juntos, cuando volvimos a mirar hacia el lado ya no habia nadie, la luz estaba apagada y no habia ruido, los vecinos se fueron a dormir y nosotros quedamos ahi en el suelo reponiendonos de ese sexo maravilloso que acababamos de tener.
Esa aventura voyeur no fue la única, lo hemos repetido unas cuantas veces más, hemos ido a la playa a ver cómo tiene sexo la gente en sus autos, a Camila le calienta demasiado el juego adrenalínico del voyeurismo. y cuando eso pasa nuestro sexo es fantástico.

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